Caminado por la ciudad de México
El domingo, 30 de octubre de 2005, salimos del departamento donde estamos alojados, mi hijo Carlos, mi sobrino Chalío y yo. Abordamos en el parador de Eje Central y Presidentes el Trolebús, pagamos los 2 pesos del pasaje de cada uno.
El Trolebús terminó su recorrido en las inmediaciones de la Colonia Obrera, uno de los sitios populosos de la ciudad. Caminamos por el Eje Central “Lázaro Cárdenas”. Vimos la ciudad de cerca. Nos encontramos una Pulquería, dicen los que saben que ya sólo quedan cien en toda la ciudad. Vimos los preparativos para un mitin de uno de los precandidatos a Jefe de Gobierno de la ciudad.
Caminamos. Llegamos al Salto del Agua. Este sitio es como un lindero del Centro Histórico y la parte populosa de la ciudad. Entramos a la Plaza de la Computación a proveernos de accesorios para la computadora de la casa y para la cámara fotográfica.
En una librería establecida en la banqueta adquirí un ejemplar de La reina del sur de Arturo Pérez Reverte y en la librería del Fondo de Cultura Económica me encontré con una verdadera novedad: El último libro sobre Frida Kahlo de Raquel Tibol.
Caminamos apresuradamente por el Eje Central. Dimos vuelta a la derecha en Madero, antes calle de Los Plateros y que Pancho Villa cambió de nombre por el del Presidente Martir Francisco I. Madero. Nos tomamos una foto frente al Palacio de los Azulejos y seguimos caminando. En Filomeno Mata, periodista, dimos vuelta a la izquierda hasta la esquina con Cinco de Mayo. Nos tomamos otras fotos frente al bar La Opera. El señor que atiende el puesto de billetes de lotería nos tomo una foto a los tres. Compramos un billete para cada uno, terminados en 2, 7 y 9. Entramos.
Era la segunda vez que mi hijo y yo estábamos en ese lugar. Buscamos en el plafón la perforación del disparo que hizo Pancho Villa. Ahí está.
Estábamos iniciando la comida cuando de pronto escuché a mi espalda la voz de René, dí vuelta y lo ví, me incorporé y lo saludé. Nos saludamos efusivamente. Con su familia él se fue a buscar su mesa.
A los postres, empezamos a deleitarnos con la melodía interpretada por un trío, éste incluye un Salterio, instrumento que es una fusión de una Arpa y una Guitarra. Ya casi no se ven, ya no se escuchan salterios.
Antes de salir nos tomamos otra foto, esta vez frente a la barra. Salimos a seguir la caminata por el Centro Histórico de la inmensa ciudad de México.
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