domingo, mayo 27, 2007

Casa de campo y Coatepec

Por la tarde fuimos en grupo, de amigos y compañeros después de que ellos y ellas teminaron su sesión de trabajo, a comer a la Casa de Campo. Ésta está sobre el antigüo camino a Coatepec y al margen izquierdo del arroyo que corre enmedio de los árboles enormes. Todo verde.

La comida la degustamos comentando los sabores, las diferencias y las coincidencias de estos en las comidas de los distintios lugares de México. Algunos pidieron carnes y otros comimos pescado, trucha al acuyo -yerba u hoja santa-. Exquisito.

Luego fuimos a Coatepec para buscar vinos de frutas y café. Varias botellas y paquetes serán llevadas lejos de aquí. En el parque sigue la vida dominical de lo que ahora es un pueblo mágico y antes, según dice una placa en el Palacio Municipal, era una ciudad desde 1886. Partimos de regreso a Xalapa, cuando la noche iniciaba. Y ahí sigue como hace muchos años, tal vez más de cien, la iglesia de San Jerónimo, esta noche iluminada como muchas otras.

domingo, mayo 20, 2007

Siguen en la Plaza Lerdo

Cuando fuimos por los diarios y revistas al centro de la ciudad, vimos que siguen en la Plaza Lerdo los grupos de trabajadores del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, mejor conocido como DIF y del Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz -COBAEV- plantados con sus demnadas de atención. Llevan varias semanas ahí. Solo los transeuntes los vemos. Del gobierno del Estado, cuyo Palacio está frente a ellos, nadie los atiende. Ellos siguen reclamando

¿Cuánto tiempo deberán seguir allí para ser atendidos? o ¿decidirán retirarse de la Plaza sin lograr sus demandas? Allí están, al Sol, bajo la lluvia, protegiendoses en su improvisado campamento. Una gran foto de patrullas en acción nocturna denuncia que han sido víctimas de robo en su campamento y agrega otra denuncia: Ladrones con licencia. Allí siguen. El reloj de la catedral sigue marcando los minutos, las horas, cada día que pasa. Y siguen allí.

domingo, mayo 13, 2007

Esculturas de Javier Marín

Hoy solo salí de casa para participar en la reunión de la asociación de vecinos, cuestiones de la seguridad, limpieza y conservación del entorno donde vivimos, para lo que los recursos que se aportan no alcanzan y acordar cómo hacer para que los vecinos que no cooperan lo hagan, para el beneficio de todos.

Hace tres domingos, en el Día de la Tierra, en mi caminata por el Parque Juárez en el centro de la ciudad, contemplé la exposición de esculturas de Javier Marín. Son grandes piezas elaboradas en resina. Su tema: la figura humana, el cuerpo todo o las cabezas. Hombres y mujeres desnudos. Cabezas de gran tamaño, tan grandes como las de la cultura Olmeca. Éstas, en el espacio abierto del parque, adquieren otra dimensión, como si ya formaran parte del paisaje. Se ven distintas que en el espacio cerrado de un museo. Existe así la facilidad para que sean contempladas por personas de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores. Es una forma en que los niños conozcan la figura humana, tal cual la registra la visión y creatividad de un artista. Esto se me ocurre porque las esculturas ya las había visto en Oaxaca, en el Museo de Arte Contemporáneo, y allí las personas que las veían erán jovenes y adultos. En esta ocasión, en el parque, los niños juegan a su lado.



Esculturas de Javier Marín en el MAC de Oaxaca >>>

domingo, mayo 06, 2007

El taller de Pepe Maya

En la Galeria de Arte Contemporáneo de Xalapa, ahora está montada una exposición de la obra del artista plástico Pepe Maya.

Destacan los cuadros de gran tamaño, rectangulares y verticales, fondo blanco y dibujo con línea gruesa de un solo color. Otro tipo, que no había visto antes son una especie de papalotes, de los que se echan a volar, con dibujos.

En un pequeño patio interior está un montaje del estudio del pintor. La gran mesa de trabajo, las pinturas, los pinceles, los cuadros en proceso en paredes y sobre la mesa. En una sala están nueve óleos con temas infantiles, niños jugando, montando biciletas. Una nota del pintor nos dice que fueron pintados pensando en los niños, de aqui y también en las víctimas de la guerra del Gofo Pérsico.