lunes, diciembre 05, 2005
De Xalapa a la ciudad de México, por el bosque sin niebla
Domingo 4 de diciembre. Por la mañana leo. Desde ayer por la tarde busqué El desfile del amor de Sergio Pitol. Vuelvo a leer este libro cuya primera edición fue hecha en 1989.
Salimos a comprar víveres y consumibles. Regresamos a la casa. Nos despedimos de mi hijo e iniciamos el viaje.
Salimos de Xalapa, tomamos la carretera, ascendente y curvilínea. Vamos encontrando autos que regresan a con árboles pequeños en su toldo, árboles para la Navidad. Antes de Las Vigas hay un gran estacionamiento lleno de autos, y en ambos lados de la carretera más autos estacionados, todos con un árbol en su toldo. Han venido hasta el bosque a cortar y llevarse un árbol.
Es un día soleado, no encontramos ningún tramo con niebla. La niebla, qué es parte del paisaje en esta parte del mundo, no está presente por ahora. Terminamos el tramo de curvas. Antes de llegar a Perote está el campo reforestado por el ejército. Una extensa área sembrada de árboles todavía pequeños. Un anuncio en la carretera identifica al Programa Nacional Forestal. El campo que se ha estado erosionando ahora es reforestado por el ejército. Los soldados han sembrado árboles en donde antes los hubo y fueron talados. Nos detenemos en Perote a comprar tortas de jamón serrano, nos proveemos también de salami. Seguimos avanzando.
Pasamos El Seco y nos detenemos un momento a esperar que pase el tren. Cruzamos la vía y después de ésta y una loma, queda ante nuestra vista el sol en el ocaso. Un círculo rojo y un cielo teñido de rojo. Del rojo intenso el cielo, por donde se está poniendo el sol, pasa al rojo cobrizo. El sol se ha puesto. El cielo, por donde se ha puesto el sol, pasa del rojo cobrizo a un amarillo azulado. Va obscureciendo. Nos incorporamos a la autopista. En lo alto del cielo y a nuestra izquierda aparece la luna, un fragmento de la luna. Ha obscurecido.
El tráfico se va haciendo más intenso. Pasamos la última caseta y el tráfico es muy lento, lentísimo. Varios autos llevan en sus toldos árboles. Algunos llevan dos árboles. Han ido a traer un pequeño fragmento del bosque para sus casas. Muy lentamente avanzamos, llegamos a la Avenida Zaragoza y damos vuelta a la izquierda en el Viaducto. Estamos en la ciudad de México.
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