domingo, diciembre 09, 2007

Treinta años

Madrugada. Erán las 3:30 cuando vibró el teléfono, no alcancé a contestarlo. Vibró nuevamente. Era Pepe. Me dijo: disculpa que te llame a esta hora, conoces a Gerardo. Si. Él está trabajando allá, en México. Si. Estamos en la reunión todavía, aquí en el salón, yo no lo conocía, Ranferi, que está aquí también, si lo concoce, dice que participaba en las reuniones. Le dió un paro. Vino solo. El estuvo trabajando un tiempo en Orizaba. Si, ahi está su familia, ya se le avisó a su esposa. Hay que ver la forma de ayudarle. Se lo van a llevar al Semefo.

Hice algunas llamadas telefónicas para ayudar a la familia de Gerardo. Hacía varios años que no lo veía. Algunas veces coincidimos en asuntos del trabajo. Era muy preciso en sus estudios y agudo en sus análisis. Ya de mañana, hice otras llamadas telefónicas para avisarles a quienes tuvieron más trato con él. Festejaban treinta años de haberse graduado. No sobrevivió al paro. Que descanse en paz.

. . .

Tarde. A la 5 y cuarto tocaron a la puerta. Abrí. Era nuestra amiga y vecina Anita. Fumaba. La invité a pasar. Traigo mi cigarro. Aquí hay un cenicero, adelante. Dió una larga fumada a su cigarro y luego dijo: Falleció mi tío Dago. Se quedó en silencio. Dió otra larga aspirada a su cigarro. Fue muy rápido, hoy en la madrugada, a las tres de la mañana. Está en Murillo Vidal. Lo siento mucho. Enseguida la acompañamos. Se retiró.

Dagoberto Guillaumín era dramaturgo, con su partida la Facultad de Teatro pierde a uno de sus insignes maestros, la Universidad Veracruzana ya no lo tendrá entre sus docentes de mérito. México ha perdido a un maestro, a un hombre que dedicó su tiempo a la creación cultural. Descanse en paz.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Conocí al Maestro Guillaumin y fui beneficiario de su bondad. Espero no haberlo defraudado.

Clarice Baricco dijo...

Sé que estarás conmigo cuando me vaya.

La vida...se va...la vida.